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A reconstruir la centroizquierda

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expresidenta de la DC

Myriam Verdugo (DC) lideresa que quiere presidir el Colegio de Periodistas: «Debemos sacar al Colegio de la trinchera partidista»

diciembre 22, 2022 by En La Fontana Deja un comentario

En La Fontana conversamos con Myriam Verdugo, expresidenta de la Democracia Cristiana (DC). Periodista de profesión, trabajó en radio Cooperativa y en diario Fortín Mapocho, cuando era impreso. 

Asimismo, fue exdirigente nacional del Colegio de Periodistas, exdirigente sindical; creadora de medios de comunicación (Unión y Trabajo, Enlace), exsubsecretaria del Sernam

Actualmente, es candidata para ser presidenta del Colegio de Periodistas.

-¿Qué la motiva postularse al Colegio de Periodista?

-Pongo en plural la respuesta. Nos motiva lograr que el Colegio de periodistas vuelva a ser un actor relevante en la vida nacional, y para ello es importante que el trabajo gremial sea amplio y unitario.
Nuestra postulación obedece también el constatar con preocupación, las condiciones laborales en que se desempeñan los periodistas no solo de medios, también los periodistas que trabajan en las comunicaciones de empresas u organismos públicos. Buscamos que quienes ejercen funciones periodísticas, lo sean efectivamente. No sólo en los medios de comunicación, sino que también en la esfera pública y privada. El periodismo está al servicio del país, no de un gobierno determinado.
Trabajaremos por recuperar la voz pública del Colegio, como una entidad rectora de la ética de sus colegiados y defensora de la libertad de prensa y opinión en el país. Salir de la trinchera e integrar a todas y todos. Por último, nos motiva reestablecer la relación del Colegio con otras instancias nacionales e internacionales que nos reúnen. Asociaciones de mujeres periodistas, periodistas deportivos, científicos, de las áreas políticas, económicas, etc. ellas y ellos deben tener el respaldo del colegio y enriquecerse de sus importantes aportes. También con el Círculo de Periodistas, reestableciendo confianzas y responsabilidades (…) Nada de esto es imposible, en nuestra lista van los profesionales que pueden y deben hacer esto, preocuparse de los periodistas, desde los estudiantes hasta los jubilados, atendiendo sus necesidades y no solo convocándolos para elecciones.
Debemos sacar al Colegio de la trinchera partidista y dedicarlo a la única trinchera que nos convoca, la defensa de nuestros colegiados, de la libertad de expresión, el derecho a la comunicación y, a aquellas tareas que hemos abandonado, por meternos en trincheras que se sirven mejor desde la incidencia profesional y no ideológica.

También trabajar para que el Colegio se comprometa con la defensa inclaudicable de la libertad de expresión. Sin libertad de expresión no existe democracia y sin democracia no hay periodismo libre», dijo En La Fontana.

-¿Qué modificaciones propondría a Ley de Prensa?

-La ley de Prensa tuvo un muy largo proceso legislativo. Si no me equivoco más de diez años. Esa ley representó un momento político específico muy distinto al actual, o lo que se debe sumar una nueva realidad: la revolución en las comunicaciones. Ambos hechos obligan a pensar a un nuevo marco que dé cuenta de la realidad en la cual no sólo existen los medios formales de comunicación e información (medios escritos, Tv, radio), sino también una realidad nacional con una clara concentración de medios, y también el fenómeno de la información transversal, horizontal, espontánea que asume distintas maneras de expresión.

-¿Qué plan tiene presupuestado implementar en el Colegio de resultar electa presidenta del gremio?

-Tenemos presupuestado iniciar un trabajo intenso con las regiones para lograr de ellas más autonomía y más presencia política, social y profesional en sus zonas. También trabajar para que el Colegio se comprometa con la defensa inclaudicable de la libertad de expresión. Sin libertad de expresión no existe democracia y sin democracia no hay periodismo libre; que el Colegio sea promotor del derecho a la información; que el Colegio cumpla su misión de velar por el correcto ejercicio profesional; que el Colegio se preocupe de la formación que se entrega a nuestros colegas en las universidades. Esto, sin afectar la independencia de los planteles; preocuparnos por las condiciones laborales en que se desempeñan los colegas. Es posible aportar en la defensa de sus derechos, en las condiciones de vulnerabilidad laboral y asistencia frente a transgresiones de derechos.

-¿Qué aspecto de los estatutos modificaría del Colegio para incentivar a que más periodistas sean colegiados?

-Creo que más que preocuparnos de la normativa, deberemos trabajar por conquistar las voluntades de las nuevas generaciones de profesionales, lograr que sientan que el instrumento es válido y les sirve. Pero también entendemos que es básico adecuar los estatutos y reglamentos a la realidad de hoy y terminar con esas contradicciones estatutarias que llevaron, por ejemplo, a tener que suspender por unos días las elecciones por problemas administrativos. También creemos importante coordinar becas de especialización, para los recién titulados; defensa jurídica y convenio con la Dirección del Trabajo, para luchar contra la vulneración de derechos laborales, ocuparnos de la situación de los jubilados, pero también apoyarlos en su capacidad de seguir aportando al país.

-¿Está de acuerdo con que Estado controle contenidos de medios o total libertad de información?

-Creo que el Estado debe cumplir un rol, pero claramente no hablamos del gobierno de turno y ese papel debe orientarse a la existencia de un ente que esté al servicio de la sociedad y que no se rija por la lógica del cuoteo político. También trabajaremos porque el Estado permita de una vez que los colegios, – y este colegio en particular-, cumpla su misión de velar por el correcto ejercicio profesional, con control ético legal y vinculante.

-Por último, ¿Cómo hacer llamado evitar las fake news? y ¿Pondría más requisitos para creación de medios online?

-Las fake news, no existen como tal. Las noticias se tratan de hechos reales, una realidad que ha pasado o está pasando y las fake simplemente son mentiras, engaños, destinados a intervenir la sociedad, la vida política, incluso las vidas personales. Es un tema difícil de abordar, porque colisiona con la libertad de expresión, creemos en ella profundamente, como un pilar del sistema democrático. //ELF

Publicado en: Entrevista, Notas, Politica, Slider Etiquetado como: Colegio de Periodistas, Entrevista, entrevistas, expresidenta de la DC, Myriam Verdugo

El desplome

enero 24, 2020 by Admin Istrador Deja un comentario

Por Myriam Verdugo

Consejera Nacional de la Democracia Cristiana 

El 18 de octubre no sólo se aparece en las peores pesadillas de Sebastián Piñera, sino en las de toda la clase política y empresarial en general, además de en las de otros integrantes del club que manda Chile desde tiempos inmemoriales: fuerzas armadas, poder judicial, carabineros, medios de comunicación, iglesia.

Para la elite fue tan brutal lo seguido a la acción de evadir, iniciada por estudiantes del Instituto Nacional y Liceo 1 de Niñas, que estos días sólo se ha consolidado con los duros porcentajes dados a conocer por lo que la clase política denomina, “la biblia”: la encuesta del Centro de estudios públicos, CEP.

Un seis por ciento de aprobación para Piñera, un tres por ciento para el parlamento y un dos por ciento para los partidos políticos, mismos actores que por estos días nos prodigan con una danza de acuerdos, leyes, proyectos, interpelaciones en las que parecen no darse cuenta que se hablan entre ellos y para ellos, no para el pueblo que desde el 18 de octubre los mantiene arrinconados y en estado de perplejidad.

Los primeros días, después del estallido, hubo un reconocimiento de las deudas que el país tiene con la gente. El 25 de octubre vimos y participamos de una de las más masivas manifestaciones en las calles de casi todo el país. Algunos dijeron “entendimos el mensaje”, otros se parapetaron en sus creencias y miedos, otros avalaron la represión brutal contra el pueblo organizado.

Los medios de comunicación descubrieron que el chileno/a medio/a piensa y sabe hablar de corrido.

Se movió levemente el cerco de la desinformación, de la protección mediática del sistema económico, social y cultural que se nos impuso en dictadura y que se “amononó” en la democracia representativa.

Pudimos oír a ciudadano/as que ya no contestaban con monosílabos; que no entregaban la repuesta políticamente correcta, sino que se atrevían a formular opiniones, elaborar argumentaciones claras contra el gobierno y la clase política; respecto del sistema previsional, de los bajos sueldos, de los costos abusivos de los telepeajes, de las deudas del CAE, de la mala atención en hospitales públicos, del precio de los medicamentos, de una justicia nada ciega que ve muy bien cómo está vestido y cuán rebosante es la billetera del acusado y de un largo etc.

Tan desconcertados estaban, que los medios de comunicación hicieron paneles con invitados más diversos, y, a la vez, más representativos del malestar ciudadano, de soluciones y respuestas alternativas; de personas que, ante la ausencia del Estado, idean, crean para salir adelante. En resumen, la pantalla se refrescó.

Pero la intensidad de las movilizaciones bajó en diciembre; se mantienen así en enero y, probablemente, desaparezcan en febrero: “ciclo”, que le llaman. Y eso fue suficiente para regresar a lo mismo.

Y la clase política y la élite volvieron a caminar a su ritmo, debatiéndose entre la mediocridad, la ignorancia, la estupidez.

Volvieron a las pantallas los mismos de siempre, en su mismo tono entre prepotente y agresivo, replicando de alguna manera el escenario vivido tras el triunfo del NO en 1988: “Chicos (estudiantes, sindicalistas, organizaciones sociales), gracias, ya hicieron lo suyo; ahora nos encargamos nosotros, los que sabemos, los ilustrados, los doctorados, los iluminados”. No entendieron nada y parece que se les olvidó el miedo que los impulsó al acuerdo del 15 de noviembre. Se les olvidó que, como a todo el mundo se nos “aparecerá marzo”.

Vivimos un desplome total de las instituciones, de la política, de la religión, de las fuerzas de resguardo del orden público, mientras esta clase dirigente sigue ebria de un poder y autoridad que ya no tiene, caminando, viviendo, respirando como si nada, hasta la estocada final, o hasta el hundimiento de la nave.

¿Qué queda?… Quiero creer que la esperanza. Esperanza de que seamos capaces de construir algo mejor. Pero esa esperanza sólo se sostendrá en la medida que, esta vez, la ciudadanía no se vaya para la casa; que esta vez nos mantengamos alertas, informados, pendientes de recordarle a una nueva clase política cuál es el origen de su autoridad y poder. Nosotros.

Publicado en: Columnas, Politica Etiquetado como: columna, Columnista, expresidenta de la DC, Myriam Verdugo

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