Con el fin de conocer su visión sobre la crisis que azota a la Democracia Cristiana (DC), partido donde milita, conversamos En La Fontana con Camila Briceño Carrasco.
Excandidata a diputada por el distrito 14, que incluye las comunas de María Pinto, Alhue, Peñaflor, Talagante, San Pedro, Calera de Tango, Curacaví, Paine, San Bernardo, El Monte, Isla de Maipo, Buin, Padre Hurtado y Melipilla.
Abogada de profesión y profesora universitaria. Fue candidata a constituyente en el mismo distrito por la falange. Entrega una mirada crítica de lo que ocurre en la actualidad con la DC, la fuga de militantes históricos y lo que espera de la colectividad, de aquí al futuro.
«Han sido días difíciles para el PDC, que por cierto, si esto no se logra contener y generar acuerdos mínimos de convivencia y diálogo, será una crisis que terminará en una muerte política de la DC en un breve plazo. Este es el nivel de desafío que enfrentamos los militantes, así este 12 de noviembre la Junta Nacional tiene dos objetivos mínimos», parte diciendo en nuestro medio.
A lo cual, añade: «1. Apoyar una integración de la mesa actual, con un nuevo presidente nacional, buscando un liderazgo que genere consenso y que sea capaz de llevar adelante tareas importantes y en el corto plazo.
2. Resolver plazos y formas para llevar a cabo el congreso refundacional que esta pendiente, y que no puede esperar un año más, en este proceso debemos reflexionar sobre la vigencia del instrumento partidario (incluyendo el debate de la superación positiva, cambio de nombre y fusión de partidos) y nuestra vigencia doctrinaria, mas no podemos incorporar elementos programáticos, ya que lo que se requiere es una carta de navegación breve y no un programa de gobierno que termine en un cajón».
Para Briceño, esta discusión interna partidista debe ser acotada, pero con apertura, «con sinceridad, respecto de la magnitud de la crisis, y por supuesto, teniendo en cuenta además los desafíos país. La DC debe hablar de futuro y dejar de pensar y vivir del pasado».
-¿Debería renunciar toda la directiva actual de la DC, como ya lo hizo Felipe Delpin?
-Me parece que la actual directiva, más allá de la discusión de las renuncias masivas, tiene el deber de reflexionar sobre su incapacidad para conducir la crisis, que es del todo clara y por ende, debe buscar integrar liderazgos que permitan descomprimir nudos internos y también generar vocerías que sintonicen con la crisis que vive el PDC y el país, ya que una de las cosas por la que nos mantenemos desconectados de la ciudadanía, es que los voceros de nuestro partido parecen más apasionados en hablarle a sus “lotes internos” que conducir políticamente el partido y proponer a la ciudadanía en conjunto con las bancadas de diputados y senadores y nuestras autoridades locales y regionales temas país, esa inactividad nos ha costado caro.
-¿Qué espera de la actual mesa?
-Estamos en un periodo muy difícil para Chile, en dónde la DC debe cumplir un rol, guiar y liderar los acuerdos nacionales en seguridad pública, recesión económica, migración y pensiones son prioritarios, por eso me parece importante está renovación. Proponer soluciones y salidas a nuestros compatriotas es nuestro desafío.
-¿Qué le parece que Claudio Orrego, y Patricio Vallespín junto a los senadores rincón y Walker y otros militantes históricos hayan renunciado?, ¿Usted está en reflexión igual para ver si sigue o no militando en la DC?
-La renuncias de los gobernadores y senadores nos pega muy fuerte, no solo por su calidad de militantes y porque integraron por tantos años la familia demócrata cristiana, sino también por su representación popular. Creo que no hemos sido capaces de conversar y resolver nuestra crisis en diversas dimensiones como de identidad, de pertenencia, de convivencia y política, nos perdemos en el bosque en peleas internas que no resuelven nada, sin reflexionar si nuestro instrumento sigue vigente. Por mi parte, por supuesto que he estado en reflexión, especialmente este año, post campaña electoral, donde vi y sufrí en carne propia la debilidad del instrumento, en donde la fraternidad y lealtad partidaria simplemente estaban destruidas, vi alcaldes y ex alcaldes apoyando a candidatos de otros partidos, entre tantas otras cosas que prefiero no recordar.
-Entonces, sigue en la DC…
–Como mujer y joven, -ambas condiciones difíciles y minoritarias- que lleva más de 16 años en el PDC, he decidido darle una última oportunidad a mi partido, espero poder participar activamente del proceso refundacional, pero me temo que si siguen las peleas de poder y la falta de generosidad, para una generación como la nuestra no queda mucho espacio.
-¿Qué postura debe tener la DC frente al nuevo proceso constituyente, pese a la división interna que existe entre militantes y parlamentarios?
-Lo primero es que el presidente o presidenta del PDC debe estar en sintonía con nuestros parlamentarios, somos un partido demócrata y debemos buscar los acuerdos para tener una constitución redactada en forma democrática, el mecanismo debe ser elecciones libres en dónde la paridad sea prioritaria, respecto a los mínimos comunes o los llamados bordes, me parece que este nuevo órgano, a diferencia del anterior, debe tener un ordenamiento previo, un reglamento que los apoye y por supuesto un marco democrático mínimo para funcionar, las y los ciudadanos este 4 de septiembre nos dijeron fuerte y claro que los cambios no pueden confundirse en refundaciones o maximalismos.
– ¿Cómo ve que se pueda rearmar la DC, de cara al futuro, tras el triunfo del rechazo y las divisiones internas?, ¿Nuevo referente como plantea diputado Alberto Undurraga?
-El diputado Undurraga ha liderado un proceso muy difícil y valiente y muchos jóvenes lo hemos acompañado en eso, cual es, intentar que nuestra militancia y autoridades dimensionen la crisis y den solución a ésta, ha señalado en reiteradas ocasiones y en especial en el texto enviado a la militancia posibles caminos, entre otros la construcción de un nuevo referente de centro izquierda, por mi parte creo que estos liderazgos son importantes en este momento de crisis, por sobre todo para buscar soluciones desde adentro y no simplemente buscar su camino propio.
Ojalá no se pierda está liderazgo y seamos capaces de potenciarlo.
-¿La DC debe mirar más a la centroderecha y tranzar con PDG, RN y Amarillos por Chile, o se debe mantener en la centroizquierda?
–Hoy mas que nunca, Chile requiere de una centroizquierda unida, ese espacio que por caminos propios o intereses individuales de todos los partidos y personeros de éstos, se ha perdido, y no solo eso, si no que se ha permitido que irrumpan partidos o movimientos instrumentales y neopopulistas, que no le hacen bien a la democracia, que confunden a la ciudadanía, cuando hablamos de la centro izquierda, hablamos de este amplio arco que permitió que muchas familias chilenas salieran de la pobreza y mejoró su calidad de vida, pero este desafío obliga también a que los partidos tradicionales se modernicen y den paso a nuevos liderazgos, avanzar en cambios profundos pero graduales y responsables es nuestra vocación y estoy segura que el progresismo de centro izquierda debe estar unida para darle gobernabilidad a Chile y por tanto ese debe seguir siendo nuestro domicilio político.
-¿Qué desafíos ve para la DC en el corto plazo?
-Por lo pronto, nuestro desafío es proponer y ser parte de la solución a las problemáticas de seguridad y economía, ambos temas que hoy preocupan a la gente y que deben estar en primer lugar en el quehacer de la política chilena.//ELF