El domingo 02 de mayo fue proclamada en la Junta Nacional de la Juventud Democracia Cristiana (JDC), su nueva presidenta electa: Paulina Mendoza. La primera mujer en la historia de la colectividad, quien a sus 25 años, fue encarga de Genero Zonal Sur de la misma agrupación. Hace cinco años que es militante de la Democracia Cristiana (DC).
Dialogamos con ella En La Fontana para dar a conocer sus motivaciones para presidir la JDC. Nacida en Temuco, Región de la Araucanía, su adolescencia la pasó inmersa en el mundo evangélico, pues sus padres son pastores, siendo ella líder de jóvenes, participando en equipos de teatro, danza y música en la iglesia. De aquí su compromiso con los valores de la comunidad, y el amor al prójimo. Sin duda, aquello influyó en que más tarde se convirtiera en humanista cristiana.
En la universidad comenzó un camino por la acción social, voluntariados ambientales y dirigencia estudiantil, el 2015 entró a militar a la DC y a través de un movimiento humanista cristiano llamado Fuerza Democrática Universitaria comenzó a trabajar en política universitaria. Desde el primer año de universidad fue candidata y elegida en diversos cargos, siendo el más relevante el 2018 donde se convirtió en la Primera Mujer en la Historia de la Universidad de la Frontera (UFRO) en ser Presidenta de la Facultad de Ingeniería y ciencias. Esto la convertía en la representante de alrededor de 3000 estudiantes, 18 carreras y con un 75% de hombres y 25% de mujeres, ese año Paulina lideró la movilización en su facultad del movimiento universitario feminista que buscaba protocolos de género en las instituciones, al término de la movilización se hizo parte de la Comisión de Política de Género de la UFRO.
Su relación con el PDC comenzó al inicio de su carrera universitaria, fue la doctrina del humanismo cristiano que la convocó a un desafío de reconstrucción del partido. Esto implica, desde su visión, un reencuentro con las organizaciones sociales, con los sindicados, las fundaciones, las iglesias, el mundo secundario y universitario. Así como también un esfuerzo de organización y profundización del debate político interno en la JDC, una descentralización de la toma de decisiones, que considere las regiones como prioritarias y un posicionamiento real de las mujeres y las banderas feministas que buscan la equidad de género desde el amor y la dignidad humana.
Mendoza es ingeniera civil industrial, estudiante de magister en manejo de recursos naturales y presidenta de una Fundación Ecológica en Temuco. Ahora asume los desafíos de la JDC para los jóvenes militantes y quienes quieran sumarse al proyecto político y de país de la falange.
-¿Cuáles son las metas de la JDC para reencantar a los jóvenes y que participen más en políticas?
-Las metas de la JDC son recuperar la capacidad política del frente y del partido. Entender que desde esta orgánica se pueden sumar, organizar y canalizar voluntades para cambiar nuestro país y hacer un Chile más humano, justo, digno e igualitario. En ese sentido, apostamos recuperar espacios de representación en la sociedad civil, mejorar la formación de nuestros militantes (para que tengan las herramientas adecuadas para servir) y ser un factor de cambio. Recuperada nuestra capacidad política y de contacto real con la ciudadanía, vamos a trabajar en un proyecto para Chile que incluya la recuperación un modelo de desarrollo justo.
-¿Los cambios profundos en la sociedad chilena, como JDC, ustedes los depositan en el proceso constituyente, donde se elabore una constitución que garantice derechos sociales?
-Una nueva carta fundamental redactada en democracia es un requisito fundamental y básico para poder iniciar los cambios profundos y estructurales que necesita la sociedad chilena. Pero no basta con una nueva Constitución, se necesita modificar, derogar y crear un conjunto de leyes y políticas públicas para hacer realidad esos cambios, sin eso el proceso constituyente no será suficiente para las necesidades urgentes que tiene la gente hoy. Sin embargo, acabar con un Estado subsidiario y avanzar a uno de bienestar será una nueva base para ir generando esos cambios necesarios.
-¿En la JDC apoyan a Ximena Rincón para presidenciable?
-Así es, estamos orgullosos de nuestra candidata presidencial, de su trabajo parlamentario, trayectoria y liderazgo. Frente a los cambios que chile lleva solicitando desde el estallido social, estamos convencidos que con esta candidatura presidencial vamos a lograr esa "Revolución De La Dignidad" que implica construir un estado de derecho en donde las personas tengan acceso a la salud, a la educación, a una vivienda y pensiones dignas. Ximena es nuestra opción para los cambios necesarios que chile espera, optamos por ella en una impecable y participativa primaria interna del partido y no tenemos ninguna duda que nos va a representar muy bien en las próximas primarias de la oposición.
-¿Si Yasna Provoste sigue subiendo en las encuestas y sea una artífice de acuerdos en la centroizquierda estarían dispuestos como JDC a a apoyarla?
-Yasna Provoste es un gran liderazgo de nuestro partido. Su desempeño como presidenta del Senado hace que hoy las personas la reconozcan, pues ha confrontado un gobierno que no tiene capacidad para responder a las necesidades de la gente en medio de una de las peores pandemias del mundo, un gobierno que sigue en una ortodoxia liberal, con respuestas liberales, con una hiperfocalización de beneficios, de finalmente sálvese cada uno con lo que tiene. Yasna se ha opuesto a esta forma de actuar del gobierno, logrando unir a la oposición en esta cruzada. Es un gran liderazgo comprometida con Chile. Sin embargo, con el partido y tanto Provoste como la JDC estamos comprometidos con la candidatura de Ximena Rincón.
-Por último, ¿Cómo ve el futuro político de los partidos políticos y de la DC, en medio de la pandemia, las elecciones que se vienen en mayo y la crisis de prestigio de la clase política?
-Es un complejo escenario. Por lejos el contexto más difícil para estar inmersos en un proceso eleccionario. Creemos que la importancia de los partidos para la democracia está plenamente vigente, son necesarios. Su futuro dependerá en buena parte de que por un lado seamos verdaderos representantes y servidores de las necesidades y urgencias de la ciudadanía, y mejoremos nuestras prácticas internas, en especial las referentes a estándares de probidad. La DC tiene una oportunidad de seguir siendo una fuerza importante en la medida que hagamos carne nuestra doctrina en el testimonio diario.//ELF
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