EDITORIAL
Inscritas las listas para este nuevo proceso constituyente, finalmente el Partido por la Democracia , Partido Radical junto a la Democracia Cristiana sancionan una lista separada del oficialismo en la original Apruebo Dignidad más el Partido Socialista. En conceptos de la presidenta del PPD esto debiera ampliar la base de apoyo del gobierno, para otros hay una especie de renacimiento de la ex concertación. Independiente de la elegibilidad o de lo potenciales resultados finales, claramente existe una señal inequívoca que el actual gobierno y su alianza gobernante no da abasto para tratar de enmendar su gobierno y finalmente conducir al país por el camino correcto que enfrente los temas de seguridad ciudadana y lidere la construcción de una nueva Constitución.
Durante las últimas semanas hemos compartido desde “En la fontana” diversas opiniones de lideres políticos ( los invitamos a revisar nuestra página) que apuntan a visualizar los nuevos escenarios políticos que se vislumbran en el futuro. Destacamos en especial la entrevista del vicepresidente del partido socialista Arturo Barrios, en relación su reflexión en torno a desdramatizar por una parte el escenario de las dos listas de las fuerzas progresistas, como por otro lado la fracasada lista de unidad. El dirigente destaca, cosa que compartimos, que en cualquiera de los escenarios el crecimiento y oportunidades electorales de la derecha, ya sea de Republicanos, Partido de la Gente y el pacto “Chile Seguro”, son superiores y se encuentran bien aspectados no solo para esta elección sino a lo que se viene próximamente.
Lamentablemente los errores no son gratis, y la gran farra que significó la convención constitucional por parte de Apruebo Dignidad más la creciente baja de aprobación por parte de un Gobierno con una generación soberbia e inexperta a la hora de plantearse la gobernabilidad y enfrentar responsablemente los temas que aquejan a los ciudadanos en un ambiente complejo desde la perspectiva económico social , sumado el creciente descontrol de la delincuencia y la inexistencia de estrategias para abordar el crimen organizado.
Le sumamos a lo anterior el continuo proceso de perdida de legitimidad y desfonde de las instituciones sostenedoras del régimen democrático como el Congreso o el poder judicial frente a una ciudadanía que cada día que pasa se desafecta y se distancia más de la vida colectiva y política tan necesaria para la convivencia nacional.
Los desafíos para este año son enormes, esperamos como siempre desde este espacio colaborar en la construcción de un Chile más justo. Nuevamente los invitamos a leernos y a colaborar a esta construcción comunitaria. //ELF
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