Por Eduardo Reveco
En la columna anterior (https://enlafontana.cl/la-vigencia-del-cooperativismo/ ) vimos como las cooperativas reflejan la organización en comunidad para trabajar por el Bien Común. Un modelo de organización que el gobierno de la revolución en libertad promovió al considerarlo como un instrumento válido para las políticas reformistas del Estado, que en 1965, creó la Comisión Nacional Coordinadora de Cooperativas y el Departamento de Desarrollo Cooperativo del servicio de cooperación técnica provocando una significativa creación de cooperativas. En este contexto, la Democracia Cristiana debe retomar esta bandera de lucha en donde hoy se demanda más colaboración y menos competencia, más comunitarismo y menos capitalismo.
Hoy en día las cooperativas relacionadas con la generación de energías renovables no convencionales (ERNC) están teniendo mucho éxito en Alemania. Sus aportes en generación de energía eólica, solar, geotérmica y maremotriz son cada vez de mayor envergadura y a menores costos lo que las hace más competitivas y atractivas, nada menos que de la mano de la asociación de los ciudadanos. ¿Por qué sucede esto en Alemania y no en el resto del mundo? Principalmente porque la mayoría de los mercados energéticos del mundo están muy regulados y protegen a las grandes compañías, que han estado abasteciendo de electricidad a la gente. Sin embargo, lo que es único en Alemania es que los ciudadanos lograran que sus políticos aprobaran leyes para que las personas corrientes pudieran producir su propia energía y además venderla a la red. Los Daneses han realizado algo similar. Esta democracia energética permite la elección de a que compañía comprar la electricidad en el caso de que no la produzca, pero también es la opción de generar electricidad propia, si uno quiere poner paneles en su tejado o asociarse con su comunidad e invertir en un parque eólico.
Estas cooperativas energéticas también pueden fomentar la cooperación entre municipios, como ha ocurrido en una región del sur de Alemania. Diez y siete municipios han formado una cooperativa de energía para implementar conjuntamente proyectos de energía renovable. Los ciudadanos han comprado acciones por un mínimo de 500 euros y hasta ahora, más de 1.450 personas han adquirido más de 38.000 acciones, lo que en total configuran un volumen de inversión de 56 millones de euros, con los cuales se han instalado 20 plantas fotovoltaicas y un parque eólico.
*Ver columna anterior del autor: Una decisión histórica
En la mayoría de los países, las grandes compañías generadoras de energía eléctrica tienen mercados muy cerrados como es el caso de Chile; son responsables ante los accionistas, pero no ante los ciudadanos. Esto podría cambiar si se aprueba la propuesta de la nueva constitución, que señala en el artículo 21 que “El Estado fomentará y protegerá las empresas cooperativas de energía y del autoconsumo”. Abrir las posibilidades de generación le está funcionando a Alemania y a los países que están siguiendo su ejemplo.
Creo que las condiciones se están dando para que el Partido tome el liderazgo en este tema emergente, para lograr eso es fundamental acompañar con cambios estructurales de la institucionalidad cooperativa actual para enfocarlas hacia lo social, proponer un nuevo modelo de cofinanciamiento de mediano y largo plazo que involucre al Estado a través de Corfo y el Banco Estado que permita a las cooperativas competir con las grandes empresas. Para el caso de las cooperativas de energía proponer estrategia de enganche con las ventajas competitivas que tiene Chile para el desarrollo de las Energías Renovables No Convencionales a bajo costo respecto de otros países y finalmente desarrollar un plan que guie el empoderamiento y formación comunitaria.
Sería una buena iniciativa que la directiva del PDC tomara los puntos antes planteados y abriera el espacio de discusión y propuestas conformando una comisión político-técnica. Estamos llamados a ser protagonistas de este nuevo Chile que quiere proyectarse con mejor calidad de vida para todas y todos, con una sociedad inclusiva, comunitaria, equitativa y amigable con el medio ambiente. //ELF
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