En La Fontana conversamos con el exministro de Salud, Osvaldo Artaza, quien habló del actual estado de la salud en Chile y de los problemas que viene presentando hace décadas.
A mediados de año, el Presidente Gabriel Boric, en su primera cuenta pública, anunció medidas, en el marco de la reforma a la salud. Contempla, la presentación de un proyecto que crea un Fondo Universal de Salud, un plan para disminuir las listas de espera quirúrgica, y una iniciativa que establece el derecho a la eutanasia en Chile, entre otras temáticas.
La ministra de Salud, Ximena Aguilera, ha dicho que el próximo año se conocerán mayores definiciones de la reforma, pero por el momento “podemos asegurar que las Isapres serán seguros voluntarios, por tanto, no administrarán el 7% de la cotización de los afiliados”.
“En relación a nuestra aspiración de llegar a un mecanismo de mancomunación de fondos o Fondo Único de Salud (FUS), la empezaríamos a discutir a principios del 2023 en una fase prelegislativa, porque el calendario enviado originalmente por el Presidente, ha tenido ajustes ya que se han priorizado las reformas tributaria y previsional. Por lo tanto, entraríamos después de esas leyes”, detalló Aguilera, en Comisión de Salud del Senado, en octubre pasado.
Sobre esta temática, Artaza plantea:«La pandemia no ha hecho otra cosa sino visibilizar un problema no resuelto desde hace décadas. Chile no tiene un sistema de seguridad social en salud, sino segmentos y fragmentos que no dan cuenta de la complejidad de las necesidades integrales de las personas, las familias y sus comunidades».
Y añade: «Urge entonces varias reformas, en el ámbito de la acción sobre las determinantes sociales de la salud, del financiamiento, de la prestación de servicios y de la protección en caso de enfermedad. En este último ámbito -de la protección- la licencia es parte esencial de la recuperación y de la prevención terciaria».
-¿Y qué componentes debe tener esa reforma a la salud?
-Se requiere de una institución sólida que no debe hacer distingos entre subsector público o privado, con una legislación y recursos que genere incentivos para el uso correcto de este instrumento y que de capacidades para un debido control y sanciones tanto para quien solicita y quien da licencias indebidas, teniendo en cuenta que el uso incorrecto de este importante instrumento de protección no solo es anti ético sino que quita recursos – que siempre serán escasos- para aumentar cobertura y calidad.
-¿Con el actual Gobierno del Presidente, Gabriel Boric, usted cree que se revierta la situación?
–Desde hace décadas estamos percibiendo diversos síntomas de que nuestra institucionalidad en salud no da cuenta de los tiempos. Desafortunadamente, no ha habido voluntad ni capacidad política para buscar y lograr acuerdos que cambien el actual orden de cosas que ya ha dado suficientes pruebas de no ser capaz de resolver lo que las y lo chilenos esperan. //ELF