Conversamos En La Fontana con Andrés Palma, candidato a Consejero Constitucional. Va por la Democracia Cristiana (DC) en la circunscripción N°7, Región Metropolitana, junto a su camarada Carmen Frei. Es uno de los 24 aspirantes DC a redactar una nueva propuesta de Constitución, en el Consejo Constitucional, donde serán escogidos 50 consejeros por eleccion popular, el próximo 07 de mayo.
Palma es ingeniero comercial y magíster en economía, fue diputado por el distrito 25 entre 1990 y 2002; fue director ejecutivo de Chile Barrio entre 2002-2003 y ministro de Planificación durante 2003-2004.
Asesoró al Ministerio Secretaría General de la Presidencia, en materias relacionadas con la modernización del Estado durante 2004.
En 2014 asumió la secretaría ejecutiva de la Reforma Educacional del segundo Gobierno de Michelle Bachelet. Actualmente, es académico de la Universidad de Santiago.
-¿Se coordinará con los expertos DC: Anastasiadis, Jordán y Krauss si resulta electo y de qué manera?
- Obviamente, y ya estamos en contacto, aunque con Alejandra y Paz tenemos tiempos diferentes, ya que ellas están en el Comité de Expertos que debe proponer el texto a partir del que trabajaremos los Consejeros electos, es decir, ellas trabajan primero y nosotros, de ser elegido, después.
-¿Qué le motivó presentarse a esta candidatura para redactar nueva carta fundamental?
-Creo que cualquier persona debe tener deseo de participar en la creación de una Constitución, al menos todas las que participamos en política o en organizaciones sociales, gremiales o empresariales. Pero en el caso personal, además, me fue solicitado por dirigentes de la DC, partido en el que milito.
-¿Qué derechos fundamentales quiere defender en esta nueva constitución?
-Principalmente dos: el derecho a la participación y a vivir en un ambiente sano y seguro.
Ambos están íntimamente relacionados. Si todos participamos en nuestro barrio tendremos mayores niveles de seguridad, estaremos alertas a lo que nos afecta, podremos apoyarnos mutuamente, etc.
Si lo hacemos a nivel local, en el municipio y la escuela, tendremos mejores servicios, mejor atención de salud y mejor educación, y si lo hacemos en fiscalizar a nuestros representantes, tendremos mejores representaciones y menor corrupción, que es algo preocupante.
Y la participación debiera ayudar a cuidar nuestro planeta para que la vida humana, tal como la conocemos -lo que se llama el Antropoceno- perdure y nuestros nietos y sus nietos gocen el planeta igual que nosotros. Ello es un desafío porque, en la Constitución, hay que cambiar la preponderancia del mercado y la ganancia individual por la solidaridad y la conciencia de que hay bienes comunes. Hay que plasmar esto en la definicion de Estado Social y Democrático de Derecho.
-¿Esta nueva constitución no será maximalista como la anterior, en el 1er proceso constituyente?
-Es difícil que lo sea, ya que tiene límites claros en los 12 principios fundamentales que definen el actuar de lo expertos y expertas, y que limitan la soberania del Consejo.
-¿Se pasará de un Estado subsidiario a uno social de derechos?
-Aún cuando en los principios está la idea del Estado Social y Democrático de Derecho, uno de los temas centrales, como dije antes, será qué se entiende por ello. Quienes éramos partidarios de aprobar para reformar entendíamos que ese cambio era más fácil si se aprobaba el texto. Como no ocurrió, se entregó el poder decisivo a quienes creen más en la subsidiariedad mercantil que en la subsidiariedad comunitaria y participativa, pero hay que esperar que haya diálogo y que prevalezca la comprensión de que estamos obligados, por muchas razones, a reconstruir lo social y lo comunitario.
-¿Se puede llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas de derecha e izquierda, o cree que habrá muchas disputas por imponer ideas?
-La derecha es muy ideológica, y eso va a dificultar los acuerdos, pero los que vivimos los procesos entre 1988 y 2000 sabemos que ahora es más fácil que entonces. La izquierda radical está sobre representada en los medios de comunicación porque ello favorece a los que no quieren cambios, pero espero que no sea así en el espacio del Consejo.
-Por último, ¿Con este proceso se cierra un ciclo social en Chile que esperaba una nueva constitución o quedarían temas pendientes de cómo se implementaría esta carta fundamental?
-No sé cierra un ciclo, ¡Comienza uno mejor! //ELF
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